domingo, enero 07, 2007

por una hormiga

Ayer en la tarde, mientras hacía unas katas con mi Jo, arriba en un parque de Peñalolén, se apareció una hormiga gigante. Era muy grande, negra, con dos cinturones amarillos en la cintura y unas antenas amenazantes.
Le apunté el Jo preparando un Jodan Tsuki, pero la hormiga se sentó y me miró con cara de pregunta.
Si, tenía razón. Las hormigas saben y estas grandes, como que saben más.

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