domingo, julio 29, 2007
pregunta sin sentido
Por qué siempre hay al menos una cuchara que queda mirando para arriba en el lavaplatos? y por qué, aunque el chorro apunte para otro lado, siempre termina cayendo sobre ESA cuchara?
lunes, julio 16, 2007
abuela chita
Chita, el otro día pasaste por la oficina, dejaste dicho que fuiste, pero no dejaste ningún recado. ¿Cómo es que haces eso?
¿cómo quieres ahora que sepa lo que me quiciste decir?
¿dónde te ubico? ¿cómo?
¿tengo que esperar otro sueño?
¿cómo quieres ahora que sepa lo que me quiciste decir?
¿dónde te ubico? ¿cómo?
¿tengo que esperar otro sueño?
Este es un viaje que no hice
este viaje no lo hice, although I should've.
nunca se sabe what you really ought to do
ou bien où on doit aller.
cuando crees que estás,
realmente te das cuenta
que tout est foutu
Il n'y a plus rien à faire.
fue un buen viaje, aunque nunca lo hice
miércoles, julio 11, 2007
El día Lunes recién pasado fui al centro de la ciudad a firmar unos papeles para el divorcio (es como taquilla decir que uno se divorcia ¿no?) y ya de vuelta a la oficina me doy cuenta que me cagaron.
-¡¡La muy perra!!- exclamo con mi mejor francés. No me refería a un can de sexo femenino ni tampoco a mi ex-mujer (no podría), sino que a la paloma de la puta madre que marcó mi pierna izquierda con sus fétidas heces aún líquidas (es verdad que estos bichos no mean: cagan mojado). Me dejó la pierna chorreada en tres tandas, como una eyaculación de mierda (y blanca la cagada más encima). Esa experiencia de caminar y sentir que lo que te moja no es agua no es de lo más agradable. Tomé unas servilletas de un generoso puestos de papas fritas (cerdas las papas a todo esto) y traté de limpiarme...sólo para darme cuenta que en realidad estaba impregnando más el pantalón y aumentando el tamaño de las manchas.
Al final me reía sin saber si debía estar agradecido que no me cagó en la cara o la chaqueta o bien estar enojado por lo sucedido. Igual uno se termina riendo de la desgracia propia.
Finalmente, y he aquí la lección de la historia, volví a la casa a cambiarme los pantalones (no es presentable llegar con un pantalón cagado de pájaro a la oficina) y me dí cuenta que se me había quedado allí el adaptador de corriente del cable de poder de mi notebook.
Agradecí a la paloma y volví a la oficina con el adaptador y los pantalones nuevos (que por supuesto no hacían juego con el resto de la ropa, pero qué va...así las minas tienen tema para pelar en sus juntadas).
-¡¡La muy perra!!- exclamo con mi mejor francés. No me refería a un can de sexo femenino ni tampoco a mi ex-mujer (no podría), sino que a la paloma de la puta madre que marcó mi pierna izquierda con sus fétidas heces aún líquidas (es verdad que estos bichos no mean: cagan mojado). Me dejó la pierna chorreada en tres tandas, como una eyaculación de mierda (y blanca la cagada más encima). Esa experiencia de caminar y sentir que lo que te moja no es agua no es de lo más agradable. Tomé unas servilletas de un generoso puestos de papas fritas (cerdas las papas a todo esto) y traté de limpiarme...sólo para darme cuenta que en realidad estaba impregnando más el pantalón y aumentando el tamaño de las manchas.
Al final me reía sin saber si debía estar agradecido que no me cagó en la cara o la chaqueta o bien estar enojado por lo sucedido. Igual uno se termina riendo de la desgracia propia.
Finalmente, y he aquí la lección de la historia, volví a la casa a cambiarme los pantalones (no es presentable llegar con un pantalón cagado de pájaro a la oficina) y me dí cuenta que se me había quedado allí el adaptador de corriente del cable de poder de mi notebook.
Agradecí a la paloma y volví a la oficina con el adaptador y los pantalones nuevos (que por supuesto no hacían juego con el resto de la ropa, pero qué va...así las minas tienen tema para pelar en sus juntadas).
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