sábado, noviembre 28, 2009

Danza la hormiga

Danza la hormiga sobre el pecho de la Luna.
Danza la hormiga iluminada por su sonrisa gigante.
Danza hora tras hora sin medir el tiempo que pasa ni los días que avanzan.
Pero cuando unos ven una Luna Nueva, la hormiga diminuta cierra los ojos y recibe su beso transparente.

jueves, noviembre 12, 2009

hormigas azules

Abrió una caja que tenía guardada en la bodega.
De ésta salió una serie de ideas, sonidos e imágenes que ya conocía. El gato salta, toma los sonidos, y corriendo se los lleva a su escondite bajo la cama. Las imágenes e ideas se quedan en el aire mezclándose a las visiones actuales, generando ideas distintas, nuevas, pero sin sonido.
El gato sigue donde mismo afilando sus uñas en la alfombra mientras saborea los sonidos que acaba de cazar.
Mientras Él trata de agarralo bajo la cama, frustrado de las ideas e imágenes sin el sonido.
Necesita el sonido.
Tras una hora y diecisiete minutos y medio, desiste y se sienta sobre la cama, más frustrado aún y pensando alguna manera de sacar al gato de su guarida.
A medida que se va durmiendo, el colchón va hundiéndose, poco a poco, casi imperceptiblemente hasta aplastar el gato y dejar salir los sonidos que Lo despertaron. El colchón volvió rápidamente a su posición, el gato desaplastado cambió a color verde y los sonidos se apagaron nuevamente.
No fue nada.
Se levanta, traga tres hormigas azules, lanza dos maldiciones al gato y cuatro a su suerte.
Se sienta a esperar que las hormigas hagan efecto.

jueves, noviembre 05, 2009

a veces es necesario

bajando por tercera vez, sube dos pasos para luego volver a bajar. avanza hasta la calle siguiente y se detiene frente al número 2411. antes de tocar el timbre, una mano lo mueve suavemente hacia un lado para dejar pasar el cuerpo que estaba a ella pegado. la cara femenina lo mira, le sonríe, se da la vuelta, abre, entra y cierra la puerta. se apaga la luz, todas las luces. desaparecen las estrellas, no hay autos.....todo es negro. no hay ruidos, es como estar bajo el agua. esa misma tranquilidad, esa misma paz.

fue entonces que se le cayó el pié derecho y tras eso, naturalmente el resto del cuerpo se fue al suelo. barriendo el piso con las manos buscando el pié caido, se topó con una mano ajena. era ajena, pero parecía conocida.